Nos diste la vida…y con ella de tu mano aprendimos a caminar. Nos diste la vida…y con ella cogidos de tu brazo aprendimos a vivir. Nos diste la vida…y juntos disfrutábamos viendo pasar los días. El azar, la circunstancia o la varita mágica de un ser superior te arranco la vida, y ahora en tu ausencia, no nos queda más que recordarte con alegría. Que la estrella más brillante te guie al otro mundo, del que tanto hablabas y en el que tanto creías y te reúnas allí con tus seres queridos. Descansa en paz.