Ya han pasado muchos años desde que hice mi primer viaje a Zermatt. Todos ellos han sido motivados por la pasión que siento por esquiar y la primera vez que acudi allí fue en le verano de 2003 sediento de nieve y buscando un lugar mejor para esquiar en verano que en mi anterior viaje estival al Glaciar de Tignes y su Grand Motte, luego vinieron más viajes en invierno, primavera, otoño, y así creo que este último es el noveno, y espero que puedan venir más. Uno no deja de maravillarse una y otra vez con la imponente estampa del Matterhorn o Cervino, se mire donde se mire predomina sobresale y maravilla a quien lo contempla, más aun si es la primera vez que se ve. No vamos a hacer de menos a otras muchas cumbres que rodean Zermatt, y que pasan más desapercibidas para el turista habitual pero para nosotros los apasionados de la nieve y la montaña se muestran igual de impresionates que el propio Matterhorn. Han sido cuatro días de actividad, principalmente esquí y otro en el que hicimos...